SENTIDO GENERAL
Cuando el equilibrio interior se pierde, la compañía, complicidad y ayuda de un instructor es fundamental para volver a encontrar nuestro "swing", es decir, el contacto divino que nos dará la seguridad en nosotros mismos y nuestro verdadero puesto en la vida.
BANDA SONORA: (Pulsar play)
Legend of Bagger Vance
Savannah Needs a Hero
Rachel Portman
SIGNIFICADO DE LOS PERSONAJES
Personaje | Significado | |
BAGGER VANCE | Instructor espiritual | |
RANNULPH JUNUH | Discípulo espiritual | |
ADELE INVERGORDON | Cuerpo Mental Inferior | |
WALTER HAGEN | Personalidad | |
BOBBY JONES | Estudiante espiritual avanzado | |
HARDY GREAVES | Instructor espiritual | |
SWING | Contacto Divino | |
EL GOLF | La Vida | |
PALOS DE GOLF | Herramientas espirituales | |
CAMPO DE GOLF | Espacio vital del estudiante | |
BAGGER VANCE:
Representa al instructor espiritual. Es sabio, inteligente y sencillo. Tiene una gran paciencia y Amor desinteresado. Indica lo que hay que hacer pero no hace la labor del discípulo. Intenta hacerle razonar cuando ve que se equivoca. Le muestra el camino y le ayuda a desarrollar el discernimiento. También le ayuda a perdonarse a sí mismo.
RANNULPH JUNUH:
Simboliza al discípulo espiritual. Es terco, orgulloso y vanidoso, pero tiene un gran potencial que el instructor sabe ver y aprovechar. Era un número uno que cayó en desgracia y que no supo perdonarse el error de haber perdido a sus hombres en la guerra. En consecuencia pierde su “swing”, su conexión con la Divinidad. La Vida le da otra oportunidad enviándole un instructor que le ayude a volver a conectarse con su parte Divina.
ADELE INVERGORDON:
Representa al cuerpo mental inferior. Aunque tiene una parte emocional, es lo suficientemente fría para salir adelante, cuando la vida se pone en su contra. Tiene un gran sentido práctico y usa el ingenio en su beneficio.
WALTER HAGEN:
Simboliza la personalidad que sólo busca la satisfacción de los sentidos; también personifica la vanidad y el egoísmo.
BOBBY JONES:
Simboliza al estudiante espiritual avanzado, aquel que está en contacto con la divinidad en su interior. Busca, encuentra, y se concentra para el golpe perfecto que nos elige a cada uno de nosotros. Con juego y movimiento elegante. Hace fácil lo difícil, y lo fácil, aún más fácil. Conoce su labor y pisa firme el sendero.
HARDY GREAVES:
Él es un canal de la Divinidad para Junuh, un futuro instructor. Equivale a “Hermes”, el mensajero de los dioses: “cálzate tus sandalias aladas, muchacho…”; le dice. Cuando el Maestro debe marcha, él se transformará en el instructor.
SWING (golpe de efecto):
simboliza el contacto con la Divinidad, que es la labor de la encarnación.
EL GOLF: representa la Vida.
PALOS DE GOLF:
simbolizan herramientas y poderes espirituales que nos provee la vida y que utilizamos en el diario vivir. Llevan a la práctica nuestras decisiones adecuadas o no.
CAMPO DE GOLF: simboliza el espacio vital del estudiante, o sea, el lugar en el que transcurre y se desarrolla la vida del estudiante. Incluye: un bosque (miedos); agua (emociones); terreno llano (facilidades); terreno arenoso (dificultades); pequeños montículos (experiencias).
EPISODIOS DESTACADOS
La guerra deja huella: Rannulph Junuh debe renunciar a su cómoda vida en Sabanah para ir a la guerra con el resto de sus compatriotas. Allí será nombrado capitán de un pelotón que acudirá a una misión de la que sólo él volverá, y esto se transformará en un dolor, un fracaso que le hundirá y removerá sus cimientos haciendo que caiga. El efecto más demoledor: Junuh pierde su swing (su conexión vital con lo Divino). Cuando regresa a su ciudad natal, quién vuelve es una mera sombra de quién marcho. Simboliza un período de prueba.
Encuentro con el instructor: Junuh siente desasosiego, un nuevo reto abre sus puertas para ser aceptado por el discípulo en ciernes ¿será capaz de asumirlo? Como siempre, el miedo al comienzo nos paraliza, pero cuando tomamos la decisión de avanzar, de aceptar el reto, entonces es cuando el discípulo está preparado y aparece el Maestro.
Y… da comienzo el torneo y un juego que no se puede ganar, sólo jugar; ¿cómo? Aprendiendo a aceptar nuestros demonios y dejándolos atrás.
El aprendizaje con el Maestro: Momentos llenos de humor, serenidad y sencillez. El instructor se distingue por su humildad, dirige con suavidad, guía, muestra el camino pero no hace el trabajo del discípulo, de hecho, le deja equivocarse, le deja caer por orgullo (cuando Junuh cree saber más que su instructor y no le hace caso). Pero también le anima a levantarse y a continuar. Sólo le puede mostrar una cosa: que todo lo que necesita debe exteriorizarlo, extraerlo de sí mismo y la manera de conseguirlo es volver a “conectarse”, debe encontrar su swing. Quién se encuentra a sí mismo, ha encontrado también su razón de vivir, su “don” listo para ser ofrecido al mundo.
La perfecta armonía: que se encuentra en lo que fue, en lo que es, en lo que será… “Sólo hay un golpe que está en armonía con el campo, y ese golpe nos elige a nosotros”, pero antes… debemos ver el campo. El Maestro le está mostrando que el sentido de nuestra vida está ahí, nos busca, y a través de nosotros que somos su canal se manifiesta en el mundo para que realicemos una labor que somos los únicos capaces de llevar adelante con maestría; pero antes, hay que analizar el contexto, y hay que aprender a mirar con la mirada interior, para ser capaz de comprender lo exterior.
Aprendiendo de los compañeros: Junuh tiene mucho todavía por aprender, y a veces las respuestas nos llegan a través de otras personas. Cuando está hablando con Hardy, le hace ver que en un momento de crisis muy amargo su padre fue capaz de vencer a la adversidad, dejando atrás el amor propio y haciendo una labor humilde; y esa, es una lección que se da a sí mismo, en la que comprende el alcance real de la labor que está realizando en el campo de golf.
Junuh le preguntará a Hardy si le gusta el golf, a lo que él contesta que es divertido y sólo tienes que vencerte a ti mismo. Le dice que es el único juego en el que puedes pedirte una penalización si eres honrado; y ante esta contestación de Hardy, Junuh saldrá del vestuario con buenos propósitos totalmente afianzados.
También aprenderá de Bobby Jones cuando en otra conversación Junuh puede comprobar el gran valor moral de su contrincante y compañero. Bobby sabe perfectamente que todo en esta vida igual que tuvo un comienzo tiene un final, y en ocasiones debe ser uno mismo el que marque el momento de dar por concluida una tarea, aunque la ame.
Hardy, ¿discípulo o instructor?: Hardy es sólo un niño de 10 años, pero un niño que posee una gran determinación, fuerza de voluntad y deseo de aprender. Asimila fielmente lo que Bagger Vance le enseña para así poder ayudar a Junuh, para podérselo ofrecer y facilitarle el trabajo. Aunque puede resultar difícil en uno mismo, es importante ver en qué momento se ha pasado de sencillo aprendiz a instructor; en qué momento se es lo suficientemente grande no sólo para recibir, sino también para dar.
El bosque:
Uno de los momentos claves de la enseñanza de Bagger Vance y de la maduración del discípulo le lleva a “soltar los demonios”, es decir, aquello que nos bloquea y no nos deja avanzar. Hay que dejarlos marchar, perdonarse, perdonar y continuar. La bola de golf debe atravesar un angosto pasillo entre árboles, y para calcular la distancia precisa, la atención debe estar en el presente, y no en lo que se dejó atrás. El aquí y el ahora, sólo eso es lo que importa.
Lo que tiene un comienzo, tiene un final: “Cuando no me queréis, pero me necesitáis, me debo quedar; pero cuando me queréis, pero no me necesitáis, debo marchar”. Esta frase extraída de otro film (“La Niñera Mágica”), se ajusta perfectamente al comienzo y final de nuestra historia. Junuh al principio rechaza a Bagger Vance, le cuesta confiar en ese extraño personaje, pero cuando el tiempo ha pasado y el discípulo ha madurado, y es capaz de andar por sí mismo… y sobre todo, cuando aprende a amar a su maestro, ese es el momento en el que hay que marchar ¿Cómo ser capaz de volar si no te permiten desplegar totalmente las alas? Pero… un vínculo de amor permanece, y el maestro siempre está vigilante. No hay despedida sin reencuentro.
(Comentado por Carlos Antich, Laura Falcón y Lourdes Arjonilla)