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"La Gran Pantalla"

Juan Carlos García

(Para ser leído antes de ir al cine)

Narrado por Ana Berzosa


    Es muy bien sabido que la vida promedio de un átomo cinéfilo dura apenas dos horas. A nosotros los humanos nos parece un tiempo muy corto, pero en realidad para ellos es toda una vida.

    Inquieto era un átomo cinéfilo que vivía en la superficie de un planeta llamado "Foco de Luz", en una galaxia de nombre "Proyector", en la constelación de "Sala de Cine", dentro del gran universo de "Hollywood".

    En Foco de Luz todos los jóvenes como Inquieto tenían un sueño y era que algún día pudiesen llegar a proyectarse en "La Gran Pantalla" y ser vistos, aunque fuera por un segundo, por los seres humanos que acuden por cientos a las salas de cine en busca de realizar, o al menos visualizar, sus más anhelados sueños.

    La mamá de Inquieto, que era una molécula que gozaba de mucha fama por su gran magnetismo personal, había perdido la gran oportunidad de proyectarse hacía ya una larga hora, pero ella, no obstante se encargó de inculcarle a su pequeño hijo todo ese ímpetu que la movía y le daba el sentido de la vida.

    En aquel mundo era muy extraño ver al alguien que hubiera sido capaz de llegar a La Gran Pantalla. Todas sus escuelas y estudios estaban orientados hacia ese gran logro. Pero el problema radicaba en que nadie había llegado y visto con sus propios ojos aquel lugar, que según decían era de armoniosa unión y en donde todos desarrollaban un papel importante, excepto unos pocos a los que llamaban "Fotones" o "Luminosos", los cuales llevaban una vida muy diferente a la de sus semejantes co-existentes.

    Inquieto, después de haber aprendido todo lo que la escuela y su mamá le pudieron enseñar, sentía en cada electrón de su cuerpo que le faltaba la invaluable experiencia de un Luminoso para poder llegar a realizar su gran sueño, y sin pensarlo más se fue en busca de uno.
 
    Largo tiempo pasó en dicha búsqueda, muchos lugares visitó y en varias ocasiones las heladas ventiscas de corrientes negativas trataron de neutralizarlo, pero por fin, y para su suerte, llegó a un hermoso lugar, parecido a un manantial de energía líquida, donde a su alrededor se reunían los famosos Fotones. Fue allí donde encontró a "El Maestro Electrónico" que después de ponerlo a prueba lo aceptó como su discípulo.

    Recuerdo que una vez Inquieto le pidió a su Maestro que le describiera cómo era La Gran Pantalla y él no hizo más que un largo silencio. En otra ocasión le volvió a preguntar lo mismo y el Maestro le contestó:

    —Hijo mío, si quieres saber cómo es La Gran Pantalla desperdicias tu tiempo, pues no hay ninguna forma de saberlo sin que antes hayas llegado a ella, mas entre ustedes dos no hay distancia alguna.

    Tanto pensó Inquieto en lo que le había dicho "El Maestro Electrónico" que casi se quedó sin saber hablar, pero por fin entendió y en ese preciso instante todo Foco de Luz comenzó a estremecerse y a desprender Luz por todas partes. También de Inquieto emanaba Luz mientras que todo su cuerpo comenzaba a flotar y fue entonces cuando, como un rayo, salió disparado y atravesando infinidad de lentes traspasó la película quedando plasmado de esa manera en La Gran Pantalla. La película que se proyectaba era "Hermano Sol, Hermana Luna" y justo en el momento en que San Francisco de Asís corría libre por los campos de la Porciúncula, justo allí, Inquieto permaneció por todo un segundo en el ojo derecho del santo haciéndolo brillar fuertemente y dándole a los espectadores la verdadera visión de la felicidad que sentía San Francisco en aquel momento. Todo fue verdaderamente maravilloso. Todo Foco de Luz se enteró de la gran noticia, y su madre cuando lo supo sintió un gran regocijo, pues su hijo había realizado el sueño de toda su vida.

    Pero no vayan a pensar ustedes que Inquieto murió, ¡nada de eso!, él regresó a Foco de Luz como un "Hijo de la Luz", un Luminoso más, y al lado de su Maestro Electrónico desde entonces ayuda a que todos los átomos cinéfilos que así lo deseen puedan llegar como él lo hizo a la Gran Pantalla.
 
                                               F I N