"Messiah"

AL MASSIH: significa "Messiah", que a su vez se traduce como "el ungido" o "el que está lleno del Espíritu de Dios". Su nombre humano significa "mensaje" en persa (Payam) y "portero" en uzbeco (Golshiri), indicando que es el que guarda el mensaje.

   Inicia el contacto con los discípulos. El más cercano es Jibril, que le reconoce y le sigue de inmediato. Su madre fue su instructora. Jibril ha sido preparado a través del dolor. El Maestro le muestra que tiene Luz y que hay un propósito divino para él. 

   El Maestro llama la atención de Eva Geller, una aspirante que también carga con su propio sufrimiento. Ella es incrédula y está en crisis, apegada a su pasado, pero es servidora.

   Con Aviram Dahan el Maestro se muestra claro y firme. Le revela que Él es la Palabra y que está con Dios, y que conoce el odio y el dolor del corazón de Aviram, llevándole a preguntarse quién es él de verdad. Aviram vive atormentado por el mal que ha hecho.

   El Messiah viene para que lo que se creía verdadero se cuestione, para que desechemos lo que se da por hecho sobre Dios, para guiar. El Maestro es libre.

CAPÍTULO 2

   Se presentan dos discípulos futuros: Félix Iguero, sacerdote en crisis de fe, y Rebbeca Iguero, su hija, que está decepcionada del mundo, pero empieza a despertar. Ella tiene visiones. Félix representa la fe débil y la dependencia. Es un "Santo Tomás". Rebecca en cambio se muestra más libre.

   En el Templo, en Jerusalem, el Maestro habla de la necesidad de la unidad, y de que cada quien debe enfrentarse solo, con sus actos, antes su Dios. Ante la pregunta de quién quiere hacer que empiece, solo un niño responde. Su pureza y valentía le hace merecedor del milagro de resucitarle.

CAPÍTULO 4

 Encuentro con Eva: el Maestro le enseña que seguir la Voluntad de Dios no es fácil, es una responsabilidad; "Dios no pide tareas fáciles". La reconoce como discípula al decir que ambos son "guardianes", es decir, a pesar de las diferencias, ella también trabaja para Dios. También le revela que ella es un regalo.

   Jibril es salvado por su Fe. En contraposición, la Fe de Félix es ciega, no iluminada, desesperada y movida por la opinión pública. 

   En el juicio el Maestro vuelve a hablar de la Unidad al negar las fronteras y al afirmar que "camina con todos los hombres". El juez es guiado.

CAPÍTULO 5

   Al-Massih muestra a Félix que su fe debe ser como la del pajarillo que no se cuestiona de donde viene lo que necesita. Pero Félix desespera porque no controla, no conoce el plan.   

   Rebecca ve la verdad de sus padres: "creen que creen, pero están perdidos". Al-Massih la acepta como discípula: "he venido por ti".

   Varios empiezan a dudar: el guía de la caravana, Samir...

CAPÍTULO 6

   El sueño de Jibril es un mensaje de Al-Massih: "lucha; no te rindas". Desde la distancia, el Maestro está con el discípulo

   El Maestro le enseña a Félix que Dios nos habla a todos y que a él también, pero debe dejarle y decidir. Se muestra a sí la debilidad de la fe humana. En este sentido entre Félix y Jibril hay un paralelismo entre en "destino" de ambos. 

   La caravana de coches simboliza avanzar en el Sendero. El Maestro acompaña e indica, pero no decide.

CAPÍTULO 8

   Samir es radicalizado. Lo logran aislándole de cualquier otro pensamiento (le quitan el libro).

   Al-Massih revela que se inicia un gran cambio y viene a ayudar en él. Avisa así de la instauración de un nuevo orden.

CAPÍTULO 9 

    Rebecca evoluciona al abandonar la vergüenza y el dolor, tal y como le dijo Al-Massih. Jibril también avanza.

CAPÍTULO 10

    Es el momento de redención para Aviram al enfrentar su pasado, para luego resucitar, es decir, con la ayuda del Cristo ser el "hombre nuevo".

 - Es imperturbable... calmado.

  - Transmite confianza absoluta en Dios y en el Plan Divino.

  - Mira a los demás con apertura, sin miedo, sin juicio, pero con verdad y profundidad.

   - Impacta su absoluto desapego: va a donde hay que ir y con quien corresponda al momento. Es como si estuviera de paso, mientras completa una misión.

   - Transmite compasión, pero sin pena ni tristeza.

   - Se introduce en el conflicto para servir.