"Prefiero el Paraíso"

SENTIDO GENERAL

   “Prefiero el Paraíso” son las palabras que pronunció San Felipe Neri, cuando le ofrecieron ser cardenal. No quiso, porque tenía claro su meta y no permitió que nada le distrajera.

   Esta película cuenta algunos momentos de la biografía de San Felipe Neri, un ser fuera de lo normal. Y su singularidad no estribaba solo en las apariciones de la Madre María, que las tuvo, ni en los milagros, levitaciones y demás experiencias místicas, que las tuvo, sino en su calidad humana, que era excepcional.

HUÉRFANOS: Los niños desamparados simbolizan al grupo espiritual. A pesar de que muchos los creían descarriados sin arreglo, Felipe tenía fe en conseguirlo, y como había sido distinguido con el don de tratar a los niños, ¡vaya que si lo consiguió! Las gentes se quedaban boquiabierta con sus logros, pues veían que estos pequeños rebeldes le obedecían.

PIEROTO: simboliza al discípulo espiritual. Es un niño, lo que nos indica que el discípulo está en fase de desarrollo espiritual. Simula estar ciego pero ve... ve lo falso, lo imperfecto, el mal. Terminará viendo lo correcto gracias a su instructor o maestro quién le ofrece el Paraíso y le guía por el buen camino. Su transformación es enorme: pasa de ser un huérfano sin posibilidad de educación a convertirse en un licenciado y escritor. Lo mejor es que Felipe le deja el testigo de su obra para que la continúe.

MEZAPAÑOTA Y ALEXANDRO:

simbolizan a la personalidad materialista e irresponsable, que por ignorancia se ponen al servicio del mal. Son mayorcitos y creen saberlo todo, pero están en el error.

   Mezapañota culpa a otros de la dolencia de Pierotto, algo muy típico de la personalidad irresponsable. Con su materialismo le pregunta a Felipe qué quiere de él, pues piensa que nadie da nada por nada. Tienen algunas ideas retrógradas que pueden ser herencia de una conciencia antigua, como esa de “nunca dejarán de ser mendigos”, pero Felipe logra encauzar a estos dos rebeldes.

MIQUELE E HIPÓLITA: simbolizan a otros discípulos espirituales que también cambian bajo la influenza de Felipe Neri quien les ofrece el respeto que nunca han tenido: no se burla de la tartamudez de Miquele ni desprecia a Hipólita por ser mujer.

PADRE PERSIANO ROSA:

simboliza al instructor dedicado al servicio de sanación. “Le curamos y rezamos” parecía una extraña mezcla entre remedios curativos y Dios. Persiano y Felipe Neri se embarcaron en la misma nave de ayudar a la humanidad y crean el hospital de la Caritá. fundan una hermandad donde cuidar a los chicos y atender a los peregrinos enfermos.

AURELIO: el sobrino del papa simboliza al discípulo caído. Se separa de su sendero espiritual para ir tras sus deseos. Elige el camino equivocado pero al final se da cuenta del error de esa decisión.

CARDENAL CAPURSO: simboliza la fuerza siniestra, y como tal esconde sus verdaderas intenciones, tras otra apariencia. Por ejemplo, parece que su prioridad fuera la Iglesia, pero no quedó claro si en esa prioridad estaba incluido el bien. Enseguida “enseña la patita” con sus intrigas varias, por ejemplo, tienta a Felipe y le dice que si deja atrás algunas cosas “indignas” (como confesar en la calle o andar con delincuentes) le concederá su deseo. Quiere meter cizaña diciendo al Papa cosas como “esos niños son hijos de ladrones y prostitutas, no son dignos de estar delante de Dios.”

  Es muy difícil ponerse en su lugar, no se entiende que desprecie a Felipe y su obra, máxime teniendo en cuenta que los curas ya casi ni dan misa y la gente ha perdido la fe en Dios. ¿Cómo le puede poner tantas pegas a Felipe que quiere mantener vivo el interés en Dios? En cambio, prefiere fijarse en los muros de las iglesias: “yo veo a Dios en los pobres, eminencia, no en los muros”, decía Felipe.  

  El cardenal veía herejía donde había alegría, veía aquelarres donde había niños y niñas cantando y bailando. Esa es su elección y está claro en qué pone su atención.

  Otro momento de soberbia del cardenal es cuando le pide a Felipe que haga una limpieza en su comunidad y se ofrece a decirle cómo hacerla. Felipe, muy inteligentemente, le pide el pasaje del evangelio donde encontrar esa sugerencia, y aunque le trata con sumo respeto, no le hace caso. Felipe le diría a su amigo “no ha oído la Voz de Dios en lo que decía el cardenal”.

EL PARAISO: simboliza los planos donde habita la Presencia YO SOY. Aparece el concepto de Paraíso como el lugar Sagrado por excelencia, donde no existe el mal, ni el error, hay quién lo llama Cielo.

LA MÚSICA: Instrumento espiritual que usa para no perder de vista la meta. Su canción “El Paraíso” conmovió tanto a los presentes en una audiencia ante el Papa, que este autorizó a su Hermandad tan atípica.

- La forma de evangelizar de Felipe variaba mucho. Siempre estaba innovando. Al principio iba a los mercados y como era tan simpático, entablaba conversación con la gente del barrio y dejaba caer alguna cosita sobre Dios. Y si veía interés en mejorar, se los llevaba con él, por ejemplo a recorrer las 7 iglesias, una de sus devociones favoritas, que bien podría ser precursora de las procesiones de Semana Santa. Empezaron como paseos por Roma, en los que se hablaba de cosas espirituales para fortalecer la fe. Luego, en carnavales, se recuperó la costumbre para compensar tanto vicio. Y terminaron siendo multitudinarias, con mucha devoción a Jesús, orando en cada iglesia del recorrido para honrarle y pedirle perdón, pero no sabemos en qué momento estas procesiones se convirtieron en una veneración al dolor de Jesús.

- Felipe tuvo un segundo llamado con 29 años, en Roma. Recibe los dones del Espiritu Santo que le llenan de alegría y de gozo.

   Como Felipe siempre estaba alegre y predicaba la alegría (en pensamiento, palabra y obra), se le conoce como el santo de la alegría. Decía algo así como que la alegría es una elección, una actitud que viene de dentro, más que un sentimiento provocado por algo externo y que hay que poner alegría en todo, aunque no todo vaya bien.

   Pero también era un santo atípico, un tanto rarito porque hacía cosas que podrían parecer chocantes. Por ejemplo, para mortificar su orgullo, iba por la calle con zapatos de distinto color, o con la barba mal afeitada. Por eso, cuando tenía un caso en el que debía corregir la vanidad, la penitencia era del tipo “debes humillarte o debes ponerte en ridículo”.

- La Caridad: es la única cualidad que Felipe eligió para su comunidad o congregación, con todo lo que conlleva, amor, alegría, gratitud, paz, compasión. La caridad la enseña y la pone en práctica con todo el mundo, pero especialmente con los niños.  Por caridad vela toda la noche a Pieroto cuando está muy enfermo. Por caridad abriga a Mezapañota cuando queda medio desnudo en la calle. Por caridad les da de comer (alimento físico y espiritual) y todo esto lo hace a pesar de que le rechazan una y otra vez. Por caridad crea el oratorio para rezar, bailar, cantar, recitar o cualquier cosa “que queráis aprender, los que queráis”, un lugar donde los jóvenes puedan moverse libremente, conocerse y conocer a Dios. 

- Hemos visto muchos dones en Felipe: paciencia, perseverancia, fe, misericordia, humildad, amor, alegría. Y ahora vamos a destacar dos más: sabía cómo tratar a los jóvenes y sabía cómo acercar las personas a Dios. A los jóvenes rebeldes, de la calle, sin educación, sabía cómo atraerlos y entretenerlos con juegos y diversiones. Pero, al mismo tiempo, los guiaba por el buen camino, les enseñaba a orar, la importancia de la confesión, del perdón, del autocontrol, etc.

- Realmente sabía cómo acercar las personas a Dios y lo hacía de la forma más sencilla, con breves relatos y reflexiones llenas de amor que conmovían a la gente.

- Felipe cree que para evangelizar no es necesario ser sacerdote, pero sí se necesita formación. Si se hizo sacerdote más adelante, fue porque se dio cuenta que así podía abarcar más. 

- Prejuicios versus nuevas ideas: Existían varios prejuicios absurdos de la vieja conciencia, tales como el machismo y lucha de clases, no se permite juntar a gente de distinta condición o sexo; no se ve bien que bailen, canten y jueguen juntos; solo se puede confesar en un lugar consagrado; solo los sacerdotes pueden hablar de Dios; si no hay reglas, hay caos y separatividad; el Paraíso se gana con la oración y la penitencia.

   Las ideas abiertas de Felipe, la nueva conciencia son que para él con una regla es suficiente: la caridad, con todo lo que esto significa; “la vida es alegría”, “el paraíso es para todos”, pero se necesita alegría para entrar al Paraíso y por eso los niños siempre están cantando, y se aprendieron la canción del Paraíso. 

- La meta: Pero, de todo esto, lo más importante, no hay que perderlo de vista, era alcanzar la meta: el Paraíso, y, por lo visto, Felipe lo alcanzó.