SENTIDO GENERAL
Llega un momento en la vida de cada ser humano en que empieza a preguntarse el motivo por el cual está allí, qué lo llevo a ello y hacia dónde se dirigirá. Normalmente estas preguntas son rechazadas por los demás argumentando que no tienen sentido y que la vida es solo eso que pueden ver, oír, tocar, oler o degustar. Todo lo demás es pura confusión y entra en el terreno de lo subjetivo. Pero si ese ser humano, con esfuerzo de voluntad de su parte, continúa queriendo conocer las respuestas, lo conseguirá, porque “al que pide se le dará y al que toca se le abrirá”, como dice la Biblia.
BANDA SONORA: (Pulsar play)
The Truman Show
Truman sleep
Philip Glass
SIGNIFICADO DE LOS PERSONAJES
Personaje: | Significado: | |
TRUMAN | El Hombre Verdadero, el que despierta | |
CHRISTOF | La mente inferior, usurpadora del Cristo | |
SYLVIA | El Cristo Interno | |
MARLON | Pensamientos antiguos engañosos | |
MERYL | Aspecto femenino inferior del discípulo | |
PADRES DE TRUMAN | La manipulación por la culpabilidad | |
SEAHEAVEN | El mundo de Maya, la ilusión |
TRUMAN BURBANK: El personaje central. Representa al ser humano que empieza a considerar que el mundo ya no le reporta la felicidad que quiere; ve que todo es como una gran puesta en escena, los eventos se suceden cíclicamente y no tienen fin. El mundo se ha vuelto un gran escenario y ahora es el Alma quien observa y se da cuenta de la irrealidad de los objetos. Truman representa el Pensador, el Hombre Verdadero que habita en el Plano Mental Superior o Abstracto.
CHRISTOF: El Creador del programa televisivo. Representa la Mente Inferior o Concreta, el impostor, el creador de toda ilusión y el que deforma la Realidad. La palabra compuesta Christ-of quiere decir Cristo apagado. Es el suplantador del Cristo Interno hasta que este último se entronice en la conciencia del discípulo. Es dueño y señorea por un tiempo en la vida del discípulo (Truman) aparentando tener un poder real y gigante; casi divino, pero está destinado a desaparecer, tarde o temprano, para dar paso a la Realidad que está por encima de él (como dijimos, el Cristo Interno). Es el famoso «constructor» o «arquitecto» en la vida de Buddha. Una vez que se le conoce pierde todo poder sobre el discípulo.
SYLVIA: La novia "desaparecida" de Truman. Es el Cristo Interno, que habita en el Plano Mental Superior, y representa esa Voz que nos dice lo que es Real o no; lo que está en su sitio o no. También, por supuesto, representa al Maestro Ascendido o la Enseñanza Espiritual (hay que fijarse que Truman contacta directamente con ella en una biblioteca) y que, con Su consejo y la práctica por nuestra parte, nos sacará del mundo de la ilusión y nos llevará a la Realidad, más allá del mundo conocido.
MARLON: El amigo de Truman. Representa nuestros conceptos mentales antiguos y engañosos que continuan sumergidos en el mundo de la ilusión, o como se dice en la película que también están "en el ajo". Son muy hábiles a la hora de engañarnos para que nos quedemos como estamos y no queramos evolucionar.
MERYL: La esposa de Truman. Representa el aspecto emocional inferior del discípulo, cargado de apariencias y conspirando para que no salga de la ilusión. Cada vez más tratará de buscar apegos lo suficientemente fuertes como para hacer olvidar los "vagos sueños" del discípulo.
PADRES DE TRUMAN: Representan el sentido de culpabilidad como una razón más para mantener al discípulo atado al mundo de la ilusión. Pronto Truman descubrirá que ésos no son sus padres verdaderos y el sentido de culpabilidad se irá con ellos.
SEAHEAVEN: Es la isla donde vive Truman; el gigantesco escenario creado por Christof (el "constructor" o "arquitecto" de ilusiones). Representa el gran escenario del mundo, donde se lleva a cabo, por parte del discípulo, el discernimiento entre lo irreal y lo Real.
EPISODIOS DESTACADOS Y
ENSEÑANZA ESPIRITUAL
La conquista de la Realidad: Y dijo Buddha...
«Habité muchas moradas de la Vida, buscando siempre al que construyó estas prisiones de los sentidos llenos de aflicción, y mi combate incesante fue penoso.
«¡Pero desde ahora, a Ti, constructor de este tabernáculo, a Ti te conozco! No construirás ya estos muros que contienen el sufrimiento, no levantarás ya la techumbre de tus artificios ni colocarás nuevas vigas sobre la arcilla: ¡Tu casa está destruida, y su principal sostén roto! ¡Es la ilusión quien la destruyó!
«Desde ahora voy a caminar sin cesar para alcanzar la Liberación.»
La Luz de Asia, Arnold Edwin
Empezaremos por el título. El nombre Truman es un nombre compuesto de dos palabras inglesas: True, que significa verdad y man, que significa hombre. Así tenemos que Truman significa Hombre Verdadero. En la literatura teosófica nos encontramos con muchísimas referencias al Hombre Verdadero o Interno, el Pensador; Aquél que está por encima de nuestros pensamientos más comunes y que nos llevará hacia la Realidad. El Maestro Koot Hoomi hace referencia a este "Hombre Verdadero" citando a Carlyle en la primera carta que dirigiera a C.W. Leadbeater, precisamente la carta en donde le sugiere que deje su mundo conocido y todo lo que este contiene y se embarque hacia la India, junto a H.P. Blavatsky, para ayudar en el Plan de los Maestros (ver Las Cartas de K.H. a C.W. Leadbeater por C. Jinarajadasa, pp. 13, 41–46).
Luego, la palabra inglesa show significa espectáculo o representación. Así tenemos que ya el título mismo nos habla de la puesta en escena del mundo de la ilusión dentro de la cual el Hombre Verdadero tendrá que descubrir la Realidad que subyace detrás de todo.
Truman se encuentra sumergido en una vida común, con un trabajo común, con una esposa común, con un coche común, con vecinos comunes y con un itinerario diario común. Pero algo raro pasa, ya que todo le parece muy artificial y vacío. Ha cumplido con lo que comúnmente se pretende del ser humano, pero aún así no se siente lleno ni por asomo. Su Ser Interno empieza a hacer presión desde su interior para que se de cuenta de que todo es una falsedad. De repente sus ojos se posan sobre los de una joven (Sylvia) y queda prendado. Ella, como dijimos anteriormente, viene a representar el Primer Amor, el de nuestro Ser Interno. Ella es como la matarialización de su Cristo Interno que trae consigo ese impulso divino para salir de la rueda sin fin del Samsara.
Contacto con el Cristo Interno:
Cuando Truman se encuentra en la biblioteca (en la Enseñanza Espiritual), tanto su amigo Marlon como su futura esposa Meryl intentan disuadirle de que deje de estudiar ya que está estudiando demasiado. En la soledad y el silencio ve a Silvia, con esos ojos grandes y llenos de expresión como los de la Presencia. Suavemente comienza a escucharse el segundo movimiento del Concierto para Piano No. 1 de Frederich Chopin, Llave Tonal de Lady Rowena, Ser que representa para la Tierra el Rayo Rosa del Amor Divino. Sylvia se encuentra estudiando japonés, dando a entender de esta manera que el Cristo Interno está dentro del corazón de cada ser humano no importando la raza, el idioma, el sexo o la condición social a la que pertenezca. Truman le pide que salga algún día con él a comer una pizza y ella le dice que no puede ni el viernes, ni el sábado, ni el lunes... sino “¡ahora!” Con ésto vemos claramente cómo se demuestra que el Cristo Interno vive en el eterno presente; en el aquí y ahora. Además, las oportunidades espirituales deben ser aprovechadas de inmediato ya que unos segundos después todo puede cambiar. Si Truman no hubiese aprovechado la oportunidad de irse en ese momento con Sylvia, quizás nunca habría salido de Seaheaven, o lo que es lo mismo, de la ilusión. Ella le dijo literalmente: “Si no vamos ahora será imposible, ¿lo comprendes?” Luego deja la decisión en manos de Truman diciéndole: “Así que, ¿qué quieres hacer?” Truman acepta y una vez juntos ella le dice que tienen poco tiempo para hablar y que todo es puro teatro, que lo que ve es falso, que todo es un gran decorado. “¡Escapa de aquí. Ven a buscarme!” le dice al final.
Después de este encuentro divino con la Realidad, Truman vive tratando de reconstruir la imagen que de Sylvia tiene, componiendo con diferentes caras la de su amada. Otra
prueba más de la universalidad del Cristo Interno. Ella lo observa desde la Realidad (a partir del mundo Mental Superior hacia arriba), la cual se haya por encima de la Ilusión o maya (mundos
mental inferior, astral, etérico y físico) y aguarda pacientemente por él segura de que algún se librará de la ilusión y se unirá con ella.
Los interrogantes de la Vida:
Truman se reúne con Marlon y le hace la pregunta: «¿Nunca has pensado, Marlon, que tu vida ha sido conducida en cierta dirección?» A lo que Marlon responde sarcásticamente que no. También le dice más tarde a Truman que lo más seguro es que tiene "sueños de grandeza", que todo el mundo "sueña". Ya hemos dicho antes que Marlon representa esos antiguos conceptos mentales engañosos en el discípulo que le atan y le convencen para así no dejarle evolucionar. Pero ya la Conciencia Divina está despertando a través de él y ganando cada vez más terreno. Pronto le impulsará a salir definitivamente de la ilusión.
La Voluntad de salir adelante: Christof, interrogado por Sylvia, dice ante las cámaras en una entrevista: «Si [Truman] tuviera algo más que una mínima ambición, si estuviera absolutamente decidido a descubrir la Verdad, no podríamos impedírselo.» Christof dice que Truman prefiere su "celda" a la compañía de Sylvia, pero ella le responde que se equivoca y que Truman demostrará que no quiere más esa prisión que él ha construído.
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El que presevera alcanza: Truman se las arregla para embarcarse pese a su temor al mar y escapar. El miedo al mar ya no le importa, pues ya sabe que todo es ilusión y solo el recuerdo de su amada Sylvia y su voluntad de conseguir la Realidad le acompañan. Con sus manos en el timón; objeto éste que simboliza la Rueda de la Vida y el Noble Óctuple Sendero descrito por Buddha como camino para salir de la Ilusión y llegar a la Verdad, se echa a la mar. Dicho Noble Óctuple Sendero fue explicado por Buddha a raíz de su descubrimiento sobre la Realidad de la Vida, al que llamó las Cuatro Nobles Verdades. Éstas son:
1. La Noble Verdad de la Aflicción.
2. La Noble Verdad de la Causa de la Aflicción.
3. La Noble Verdad del Cese de la Aflicción.
4. La Noble Verdad del Medio de eludir la Aflicción.
De esta última Noble Verdad se desprende el Noble Óctuple Sendero, el cual consta de:
1. Recta Conducta.
2. Recto Pensamiento.
3. Recta Palabra.
4. Recta Acción.
5. Recto Medio de Subsistencia.
6. Recto Esfuerzo.
7. Recta Memoria.
8. Recta Meditación.
A pesar de todas las pruebas por las que pasa Truman, éste se sujeta firmemente y con decisión al barco, tomando como refugio el barco (el Sangha o Grupo), el Timón (el Dharma, la Ley), y el pensamiento en Sylvia (el Buddha, o la Iluminación). Esto nos recuerda el juramento de todos los monjes budistas, llamado el Mantram de los Tres Refugios o el Trisarana:
«Yo me refugio en el Grupo,
Yo me refugio en la Ley,
Yo me refugio en el Buddha.»
Truman por fin descubre que todo es falso como él intuía. Ha llegado al límite del mundo conocido por él y ahora empezará a vivir la Realidad. Su embarcación choca contra el aparente cielo y se abre un boquete. Esto es símbolo de que ha penetrado del plano mental inferior al superior. Es el momento entonces de conocer la Verdad. Es así como el constructor queda desenmascarado y dice: «Soy el creador... del programa de televisión (la ilusión)...» Y Truman le pregunta: «¿Y, quién soy yo?» A lo que responde Christof: «El protagonista.» Truman pregunta que si nada era real, y a Christof no le queda más remedio que decirle que sólo él, Truman, es real (el Hombre Verdadero). Christof intenta convencerlo al final diciéndole que fuera de su mundo de ilusión no hay Realidad alguna, que hay solo las mismas mentiras, los mismos engaños que en su mundo; que él le protegerá para que no tenga nada que temer en el mundo que él ha creado para Truman; le dice que el miedo le impedirá marcharse, que ese es su sitio, pero Truman no ha llegado hasta allí para ahora volverse atrás. Truman hace caso omiso a lo que dice Christof y entra definitivamente en la Realidad. Sylvia, el Cristo Interno, corre a su encuentro y todo un abanico de posibilidades de seguir avanzando se despliega frente a él. El gigantesco escenario ya no tiene sentido, será disuelto.
«No edifiquéis una casa para mí. He roto el yugo del pecado; he partido el timón del cuidado. Mi espíritu ha entrado en el Nirvana. ¡Por fin he llegado a la destrucción de los apegos!»
El Evangelio de Buda, Paul Carus.
(Extractado del libro "Los Cuentos de Hadas en el Cine,
de Juan Carlos García).