SENTIDO GENERAL
Esta película cuenta la historia del fotógrafo Robert Garfield, "Bobby", cuando regresa después de cuarenta años a su ciudad natal para asistir al funeral de un antiguo amigo de la infancia, John Sullivan.
El pasado irrumpe inesperadamente en su vida, recuerda el verano de 1960 que pasó con Carol y Sully, sus mejores amigos cuando tenía once años. Aquel verano fue un momento mágico que estuvo marcado por la llegada de un forastero, Ted Brautigan, quien alquiló el piso de arriba en la casa donde vivía Bobby con su madre, Liz, una mujer viuda, egocéntrica y obsesiva.
Ted es un hombre mayor y misterioso que tiene un don el cual fascina y desconcierta a Bobby. Le ofrece un trabajo que es leer el periódico para él todos los días porque su vista está debilitada y también le pide realizar un servicio de vigilancia para evitar un grave peligro que acecha a Ted, la persecución de los hampones.
Durante sus conversaciones, Ted Brautigan hace entrega a Bobby de un regalo que cambiará para siempre su percepción de la vida y del mundo, le enseña a amar los libros porque a través de ellos se adquiere sabiduría y a abrir los ojos para dejar entrar el futuro.
BANDA SONORA: (Pulsar play)
Hearts in Atlantida
Never really went away
Mychael Danna
BANDA SONORA: (Pulsar play)
Hearts in Atlantida
Summer Vacation
Mychael Danna
PERSONAJES Y SUS SIGNIFICADOS
Personaje | Significado | |
TED BRAUTIGAN |
Instructor espiritual | |
BOBBY GARFIEL | Discípulo espiritual | |
BOBBY (PADRE) | Presencia "Yo Soy" | |
LIZ | Personalidad | |
CAROL | Cristo Interno | |
HAMPONES | Fuerza siniestra | |
GUANTE | Nexo entre amigos | |
FOTO DE CAROL | Mantiene la Llama espiritual | |
EPISODIOS DESTACADOS
- Primer contacto entre instructor y discípulo: En el undécimo cumpleaños de Bobby, su madre le dice que la cena está anulada y en lugar de regalarle la bicicleta que le había prometido, le entrega un carnet de biblioteca para adultos, desconociendo el bien que le haría en un futuro.
Ted le muestra a Bobby lo positivo del regalo de su madre, y le dice "todos los libros del mundo están a tu alcance" y "los libros son un tesoro, los mejores de ellos amplían nuestra cultura desde hace siglos". Le sugiere leer "Horizontes Perdidos", el cual atrae la atención de Bobby descubriendo lecturas de adultos muy enriquecedoras. (Sabemos que este libro llevado al cine es una joya, está lleno de diálogos y episodios maravillosos y reveladores).
- El discípulo se acerca al Instructor: Bobby sube a la casa de Ted quien le dice: "¡Gracias por emprender el viaje hacia el cielo!". Le ofrece un trabajo, el cual consiste en que le lea todos los días el periódico. Brautigan le explica quiénes son los hampones y porqué le persiguen. Bobby está casi siempre en el aura de su instructor, el cual vive en el piso de arriba (símbolo de una conciencia elevada); va permeándose de su radiación y dotes (la clarividencia).
- Ted y Bobby se encuentran con los hampones: Los hampones son la fuerza siniestra. Ted le enseña a Bobby varias cosas, entre ellas que se esconda y quite el miedo, que no centre la atención en ellos, le indica que desvíe la mente hacia pensamientos y sentimientos bellos y felices. Bobby piensa en Carol que es su Cristo Interno y por Ley de Mentalismo se marchan.
- Bobby descubre el don que tiene su instructor: Le pregunta "¿Qué pasa cuando tocas a la gente?" Y Ted responde "transmito una especie de ventana a la mente de los demás". Ted ve cosas, por eso le buscan, pero él no quiere utilizarlas para el mal sino todo lo contrario; siente que es una carga tener ese poder y Bobby empieza a desarrollarlo por Ley de Atracción.
- Madurez del estudiante: Bobby es un niño responsable, se va haciendo mayor y maduro, evoluciona al lado de su instructor. Adquiere seguridad en sí mismo y aclara a su madre la situación que ha originado basada en su desconfianza y pensamientos erróneos sobre Ted Brautigan. La madre, Liz, siente la madurez de su hijo, lo cual les lleva al perdón, reconciliación y un nuevo comienzo.
- Reflexión final de Robert Garfield: Nunca volvió a saber nada de Ted Brautigan pero jamás le olvidó y jamás le olvidará porque ese verano fue el último de su infancia y aunque nunca más consiguió saber lo que piensan las personas (perdió la clarividencia). Le obsequió con algo permanente: lo que hizo Ted
fue abrirle los ojos para dejar entrar el futuro.
EL INSTRUCTOR Y SU ENSEÑANZA
Ted es un hombre un tanto misterioso, nadie le conoce real-mente. No dice de donde viene ni hacia dónde va, ni habla de sí mismo pues esto no es relevante; no satisface la curiosidad de los demás pues lo realmente importante es lo que enseña. Se aloja en la parte alta de la casa donde vive Bobby, símbolo de su nivel de conciencia elevado.
Vive en un continuo viaje que hace en solitario. A veces los instructores viajan dando su enseñanza y aunque cuenten con compañía, siempre se caracterizan por estar y disfrutar de soledad, retiro y silencio en el que se nutren de fuerza y sabiduría para seguir con su trabajo.
Muestra gran sabiduría en su comportamiento pues posee el don de la clarividencia y únicamente lo usa para el bien con un impecable sentido de la justicia y además con discreción y humildad.
Enseña con sentido del humor, a veces poniéndose al nivel del discípulo y otras subiendo al discípulo al suyo, hablándole como a un igual.
Como buen instructor es generoso y amoroso pero con desapego, es muy cuidadoso con los detalles y con su aspecto, sobre todo cuida sus zapatos ya que ellos son el símbolo de su andar espiritual.
Le enseña a Boby la importancia de los libros y del conocimiento a través de ellos. También le enseña a actuar con discernimiento: "dale una oportunidad a un autor y si a las dos horas no te ha enganchado, cambia por otro." Impulsándole a leer pero también a quedarse con lo que sea para él, lo que le instruya y le aporte valores positivos. Obtener conocimiento es ver la Verdad, y la Verdad es la que nos da la libertad ("Conoced la verdad y ella os hará libres" Jn, 8, 32).
Ted ayuda a Bobby a cambiar el concepto tenía de su padre. Durante años su madre le dijo que fue un jugador irresponsable y un perdedor. Ted le habla de experiencias compartidas y le lleva a conocer sitios y personales que le aportan un concepto totalmente distinto. Descubre que su padre era una buena persona, que llevaba alegría allí a donde iba, era responsable, honesto y que sabía lo que hacía. De la misma manera, hacen los instructores con nosotros con el concepto que tenemos de la Divinidad, por fin descubrimos que nuestro Padre no es un Dios que juega a capricho con nosotros ("Dios no juega a los dados con el Universo", A. Einstein) y que Su Voluntad es el Bien. Este conocimiento sobre su progenitor le aporta más seguridad en sí mismo.
Ted muestra a Bobby que el ser humano tiene una gran capacidad para sobreponerse a las dificultades por grandes que parezcan. Le cuenta historias de héroes contemporáneos que no tuvieron en cuenta las circunstancias adversas ni la edad y que obtuvieron la victoria gracias a su fuera y fe en sí mismos. Esto le sirve a Bobby en un momento de su vida para sobreponerse y salvar a su amiga Carol.
También le advierte de la importancia de estar vigilante: "mantén los ojos abiertos"; es la única manera de no permitir que la personalidad nos domine, en la película representada por los hampones que le persiguen. (Autovigilancia y auto-corrección).
Además, le enseña la importancia del tiempo: "Somos cautivos del tiempo y rehenes de la eternidad". El tiempo es imprescindible para la evolución, sin tiempo nada se puede producir, ¿cómo podríamos manifestar a Ishvara (Presencia "Yo Soy" Universal) o tan siquiera mejorarnos como personas, crecer en valores si no dispusiéramos de tiempo? Las estaciones se manifiestan con un ritmo y un tiempo, en el tiempo se manifiestan nuestras obras, nuestros decretos, todo tiene principio y final y todo está sujeto al tiempo. "Sin tiempo no hay nada", dice el refranero canario. "Somos rehenes de la eternidad", pues ya estamos viviendo una vida eterna, aunque "estamos aquí sólo de paso, Bobby, solo de paso."
En un momento de peligro en que los hampones están muy cerca, le dice "piensa en otra cosa, en un recuerdo agradable". Es la aplicación de la Ley de Mentalismo, ("no luchéis contra el mal", es no darle fuerza ni atención, así no te podrá atrapar; es no dejar que entre en tu conciencia.)
Le enseña a descubrir su propio poder, fuerza y valor para vencer y enfrentar sus miedos, y Bobby lo demuestra ayudando a Ted y defendiéndose de Harry, un chico agresivo, más grande y fuerte que él, que siempre le insultaba y agredía a su amiga Carol. De esta pelea, Bobby consigue salir airoso, sintiéndose más fuerte y contento por haber superado esta prueba que se le repetía con frecuencia.
Ted, con gran amor y desapego, dejó a su discípulo convertido en un chico valiente y maduro: "no me habría perdido ni un sólo minuto contigo, Bobby".
Al final de su corta relación, Bobby reconoce que Ted le ha dejado un gran regalo: "Me obsequió con algo permanente, lo que hizo Ted fue abrirme los ojos para dejar entrar el futuro".
(Comentado por Margarita Mendoza, Manuel Punzi,
Carmen Campos, Mariola Martel y Any Clavijo).