SENTIDO GENERAL
Akeelah, desde que perdió la conexión con “Su Padre” (Conciencia Divina), se siente desubicada, fuera de lugar, pero, ha encontrado la manera de conectarse con Él: deletreando; y precisamente deletreando, quiere llegar a "lo más Alto", ganar el concurso nacional, y conseguir la excelencia (simbólicamente la comunión perfecta con la Divinidad).
El camino (Sendero Espiritual) a “lo más Alto”, no es fácil, se le presenta tortuoso, parece que lo tiene todo en contra y la meta, al principio, se le hace inalcanzable.
Es una bella historia de superación, en la que la Vida pone al límite al discípulo, para que busque en él esa gran fuerza interior, ese gran potencial que todos llevamos dentro, para que lo exteriorice, y vea de lo que es capaz de hacer y superar, a pesar de las dificultades.
Con voluntad, empeño y la generosa ayuda de un buen instructor que le muestra el camino y le da las herramientas, Akeelah, lo consigue. Al final, no sólo logra su propia transformación, logra transformar su entorno e incluso al propio instructor; es como una retroalimentación.
PERSONAJES Y SUS SIGNIFICADOS
Personaje | Significado | |
AKEELAH |
Discípula espiritual Al final: instructora |
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DR. LARABEE | Instructor espiritual | |
PRESENCIA DEL PADRE | Presencia Yo Soy | |
HERMANO DEVON | Instructor espiritual avanzado | |
MADRE | Conciencia antigua, miedos | |
OTROS HERMANOS | Aspectos de la personalidad | |
SR. WELCH (DIRECTOR) | Instructor | |
JAVIER MÉNDEZ | Estudiante espiritual | |
DYLAN CHU | Estudiante espiritual | |
PADRE DE DYLAN CHU | Cuerpo mental inferior | |
VECINOS DEL BARRIO | Estudiantes espirituales | |
COLEGIO CRENSHOW | Conciencia antigua en desorden | |
GRUPO WOODLAND HILLS | Grupo espiritual | |
DELETREAR | Contactar con la Divinidad | |
CONCURSO DE DELETREO | Pruebas iniciáticas | |
EL PODER DE LA PALABRA | Poderes espirituales | |
CAJITAS AMARILLAS | Luz, Enseñanza espiritual |
AKEELAH ANDERSON: "Akeelah" es una palabra germana que significa "águila", símbolo de la Presencia Yo Soy. Representa a la discípula espiritual que ha perdido la conexión con la Divinidad (simbolizado en la pérdida de su Padre, con quien tenía una estrecha afinidad y compartía el Amor por las palabras). Ella sigue buscándolo. Se dirige a él en los momentos que necesita apoyo. En su búsqueda, ha encontrado el medio de conectarse con él: deletreando. Ella quiere llegar a lo más alto, ganando el concurso Nacional de Deletreo (que simboliza ganarse la Comunicación con Dios); pero, tiene muchos obstáculos que se lo impiden, y muchas barreras que romper (pruebas Iniciáticas que superar): es huérfana desde los 6 años; su hermano pequeño holgazanea con pandilleros del barrio; su madre no le hace caso y le prohíbe concursar; el colegio está pobre y falto de recursos. En el colegio, se siente desmotivada porque sus compañeros se ríen de ella, por ser inteligente. Vive en un suburbio donde impera la conciencia de pobreza. En las escuelas para negros, es muy difícil destacar, y es un sentimiento arraigado muy fuerte en toda la comunidad.
Akeelah, siente que no encaja en este ambiente, se muestra rebelde, insolente e indisciplinada, hace novillos en el colegio (vehículos inferiores sin dominar).
Cuando se le presenta la oportunidad de salir de esa inercia, facilitándosele un preparador para el Concurso Nacional de Deletreo, rechaza al preparador por ser demasiado estricto en las normas, alegando que no necesita un preparador dictatorial.
¿Podrá la discípula vencer todos los obstáculos, y romper esa espiral de negatividad que la rodea? ¿Podrá llegar a lo más alto? Seguro que sí, porque cuando hay una determinación férrea, como la de Akeelah, nada, ni nadie, lo puede impedir.
DOCTOR JOSHUA LARABEE:
representa al instructor espiritual de Akeelah. Es un profesor universitario y ex concursante nacional de deletreo. De carácter áspero y agrio.
Cuando le alumno está preparado aparece el Maestro, y este maestro es duro, estricto y riguroso y llega imponiendo disciplina, precisamente lo que necesita una chica insolente como Akeelah. Pero claro, eso de imponer disciplina a una personalidad díscola como la de Akeelah es algo a lo que ella no estaba acostumbrada, y desde el principio, saltaron chispas entre ellos. Podríamos hablar de desencuentros más que encuentros, porque el Dr. impone sus normas desde el primer minuto, y Akeelah no lo soporta. Debe sujetar los caballos desbocados y nunca mejor dicho, porque desbocados significa literalmente “mal hablado" (su primera lección).
Primero él la rechaza a ella, luego ella lo rechaza a él, y así se mantuvo el pulso, hasta que ella cede por que se da cuenta de que lo necesita de verdad. El instructor, se irá ganando el respeto y la confianza de Akeelah, poco a poco.
El Dr. Larabee no es un preparador “al uso”, que se limite a la ortografía y ya está. No. Él decía que memorizar palabras, solamente, no servía de nada. Así que, va más allá, enseña el origen y el poder de la palabra, es decir, el poder del decreto, el poder de cambiar el mundo con la Palabra. Es por eso, que dedican horas y horas a leer a escritores como Dubois, Luther King, JFK, gente que utilizó la Palabra para cambiar el mundo.
Cuando el Instructor le dice “Ahora te toca a ti. Ya no puedo seguir preparándote”, significa que cumplió su labor, le dio la enseñanza que necesitaba en ese momento, y se aleja. Ahora ella debe saber aplicarla sola, debe saber autodisciplinarse, auto-controlarse y autodirigirse.
EL HERMANO MAYOR, DEVON:
Representa a un instructor espiritual avanzado. Está estudiando en la Academia para ser Piloto de las FFAA, a punto de graduarse, quiere decir que está a las puertas de la Maestría. Tiene claro que su destino son “las alturas”. Él ha roto viejos convencionalismos y está a otro nivel de conciencia. No sólo es el modelo inspirador para Akeelah, actuando de consejero en momentos decisivos, e impulsándola cuando la atenaza el miedo, sino que instruye también a Javier, el amigo de Akeelah, indirectamente a través de ella.
LA MADRE DE AKEELAH:
Representa la conciencia antigua, atada todavía a emociones negativas como miedos, frustraciones, sufrimientos, apegos, deseos insatisfechos. Al final, sufre una trans-formación importante, como todos en el entorno de Akeelah, que se transforman, (se elevan en conciencia). Así que en este nuevo estado de conciencia, consiguen comunicarse y comprenderse. Y se convertirá en su mayor apoyo y estímulo; entenderá al fin, que “origen no es destino”. Habrá unión al fin, entre ellas.
OTROS HERMANOS: Representan diferentes aspectos de la personalidad del discípulo, tales como pereza, indolencia (Terrence), Imprudencia, Inmadurez (Kiana).
El SR WELCH: el director del Colegio Crenshow representa otro instructor. Es el primer promotor e impulsor del concurso de Deletreo en el Colegio Crenshow. Él abre la primera puerta para salir de la mediocridad y fracaso que domina el barrio marginal donde vive Akeelah.
JAVIER MÉNDEZ: Representa a un estudiante espiritual. Es el compañero fiel de Akeelah en los diferentes concursos, y podría representar su cuerpo emocional porque expresa su emotividad en exceso, en todo momento. Pero, si nos fijamos bien, cuando van en avión a la final de Washington (que nos indica la conciencia elevada que ha alcanzado Akeelah), asiste a Javier, (preso del pánico de altura), dándole una instrucción: “mi hermano que está en las Fuerzas Aéreas dice que el miedo está en tu cabeza. Toma, él me lo dio (unas alas). Da suerte”. En ese momento, Akeelah, le da un beso y abre la ventana, entrando un gran rayo de Sol (en símbolo del despertar). Él se siente en la gloria, verdaderamente, y se le ha quitado el miedo a volar.
DYLAN CHU: Representa a un estudiante espiritual. Es inteligente, pertenece a una clase social elevada, y ejerce control sobre su cuerpo emocional y mental. Ha quedado finalista dos veces y tiene claro que este año tiene que ganar. Parece que tuviera todos los ingredientes para conseguirlo, pero no, le falta un elemento fundamental: el amor, la humanidad, la misericordia, y ahí estaba Akeelah para recordárselo. Eso le puede debilitar o inspirar, depende sólo de Akeelah; justo lo que le dice el instructor Larabee, en esta frase: “Te diré una cosa sobre Dylan: solamente hay una persona que puede obligarle a deletrear tan bien como sepa. No es su padre. No es la gente del concurso. Ni siquiera es él mismo. Esa persona eres tú”.
Para Akeelah el ser inteligente era más una carga que una condición de superioridad. No tenía arraigado el concepto de competencia, ella no iba al concurso para ganar a nadie, sino a sí misma, demostrarse a sí misma que podía. Y eso es una ventaja, más que un handicap, y Dylan la temía precisamente porque se había percatado de esa ventaja.
COLEGIO CRENSHOW: Representa la conciencia antigua, en desorden. Decadencia. Pobreza.
VECINOS DEL BARRIO: Representan otros estudiantes espirituales, que han visto en Akeelah un ejemplo a seguir, la puerta abierta a nuevas posibilidades académicas, sociales y culturales antes insospechadas. Akeelah, consigue unir la vecindad con un objetivo común, ganar el Concurso Nacional. Todos la ayudan a memorizar, el barrio se implica. Si gana Akeelah, gana toda la Comunidad
CLUB DE ORTOGRAFÍA DE WOODLAND HILL: Representan al grupo espiritual, formado por varios participantes al concurso Nacional de Deletreo. Entre ellos están su amigo Javier y el estirado Dylan. El padre de Dylan, representa el cuerpo mental inferior del discípulo. Cuando Akeelah sale de su barrio para el campeonato del distrito, descubre un nuevo mundo, sus compañeros de concurso pertenecen a una clase social más elevada, acomodada (conciencia de prosperidad) y que afuera no está mal visto ser inteligente, llegando, incluso a tocar el otro extremo, la competencia despiadada. El Grupo Espiritual, se congrega entorno al Ashram (Colegio Woodland Hill), para la práctica del deletreo (simbólicamente, prácticas para obtener la conciencia de la Presencia).
EPISODIOS DESTACADOS
-“¿No les ha pasado que no importa lo que hagas o a dónde vayas, no acabas de encajar?”. Con esta frase, típica de un discípulo espiritual, empieza la película. En general, Akeelah se siente desubicada.
-Inmersa en una espiral de desencanto y apatía, no cree en su capacidad para cambiar la situación. Dos personas le ayudarán a salir de esa inercia que la arrastra: el Sr. Larabee, cuando le dice “se ríen de ti porque las intimidas, si te hubieras quedado, te hubieras ganado su respeto”. Con esta frase le quiere decir "no huyas, cree en ti; cuando tú creas en ti, los demás también lo harán". La otra persona es su hermano cuando le aconseja que salga y concurse, que lo haga por su padre y que no tenga miedo. Le dice “¿Cómo crees que me sentí yo, la primera vez que salté de un avión? Todo mi cuerpo me decía no lo hagas. Pero a veces el cerebro tiene que ser más listo que el cuerpo”.
- El instructor llega, normalmente, para producir cambios en la vida del discípulo. Y lo primero que necesita Akeelah es disciplina, justo lo que más le incomoda aceptar, y corregir su vocabulario: “aquí hablarás como es debido o no abrirás la boca”. Esta frase significa que o hablas en positivo o te mantienes en silencio. Nos recuerda la máxima metafísica “yo solo hablo cuando la Presencia de Dios tiene algo que decir a través de mí”.
-Akeelah, después de haber menospreciado a su instructor, se da cuenta de que le necesita muchísimo y regresa con la cabeza gacha, pidiéndole perdón por su insolencia, y rogándole que la prepare. Someterse a las directrices del instructor significa aceptar la condición de discípulo espiritual.
-El Dr. Larabee no se anda con consideraciones ni miramientos especiales, podríamos decir que es un Instructor que se limita a hacer, lo que debe hacer: “Lo haremos a mi manera: estudiarás mañana, tarde y noche. No consentiré tonterías, vendrás puntual y con buena actitud, o se acabó... La final es muy dura, no puedes ser una florecilla, tienes que ser fuerte y demostrarlo”.
-Pero la enseñanza más importante que le deja el instructor es el poder de la Palabra, porque con ella puede cambiar el mundo (el micromundo y el macromundo). El micromundo con el poder del Decreto y el macromundo estudiando a otros que usaron la Palabra para cambiar el mundo de verdad: “La gente que estudiamos nosotros Du Bois, doctor King, JFK, esa gente, usaba las palabras para cambiar el mundo. Y no lograron ese vocabulario, memorizándolo”.
-En la misma línea del poder de la Palabra, el instructor, en otra escena enseña al discípulo el uso del Decreto: “Sueñas con levantar ese trofeo, pero si no puedes decirlo, no podrás ganarlo. Dilo. Quiero ganar. Dilo más alto. Quiero ganar ¿Qué quieres ganar? Quiero ganar el concurso de Ortografía Nacional.”
-“Lo ganarás usando mis métodos. Primero entendiendo el poder del lenguaje y luego deconstruyéndolo, descomponién-dolo hasta sus orígenes, sus raíces. Lo utilizarás, lo harás tuyo y podrás ganar.” Esto último podría significar: realízate en los Dones Divinos, hazte uno con la Divinidad, y podrás ganar la Iluminación.
-El Dr. Larabee, le enseña un truco: “conociendo el origen de las palabras, sus raíces, podrás deletrear cualquier palabra, por grande que sea”. Esto puede tener varios simbolismos: si conoces el origen de las cosas, la causa, podrás entender por qué ocurren, o sea, el efecto, y disiparás cualquier duda. También puede significar ve a la raíz, ve a tu Creador y conócete a ti mismo.
-Y siguiendo con los trucos, el instructor le enseña otro, esta vez nemotécnico para la concentración y memoria: saltar la comba, mientras deletrea: “muchos usan estos trucos, dan vueltas en círculo, se balancean, o lo que sea necesario, para estar concen-trados. Tú marcas el ritmo, y apuesto que si aprendes las palabras mientras marcas el ritmo, la recordarás todavía mejor”. ¿Qué podría significar imprimir ritmo a la Palabra? Traemos al recuerdo las palabras de Arcturus, Elohim de la Invocación y el Ritmo: “Donde quiera que haya una corriente de Vida que desee sinceramente la Liberación, y que en Ritmo constante la invoque y la comande, allí estaré para darle a ese ser la asistencia…” Podría significar que, en nuestro deseo de conectarnos con la Divinidad, debemos realizar nuestras invocaciones repetida, rítmica y constantemente, para que sea atendida la invocación.
-Al final, el discípulo supera al maestro, convirtiéndose en maestro de su instructor, ayudándole a superar viejos traumas, que le impedían avanzar: “¿Sabe Dr. Larabee?, cuando piense en ella (la hija que perdió), podría deletrear (en el sentido de contactar con la Divinidad), eso, tal vez, le ayude”. “Al permitir que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otros, para hacer lo mismo”: ésta es la frase que el propio instructor tenía colgada en su pared, pero, que no se había permitido realizar porque no sabía cómo, o porque estaba esperando que alguien, como Akeelah, le diera permiso para hacerlo.
CONCLUSIONES
Para Akeelah lo más fácil hubiera sido abandonarse a esa espiral de fracaso y racismo que envolvía a su entorno, como si fuera el único posible destino. Pero no, Akeelah decide actuar y la vida recompensa la acción. Ya sabemos que el destino inevitable no existe, que depende de nuestras decisiones.
Esta película debería recordar a la gente que la vida no es deporte para espectadores. Que es interactiva. Debes reconocer quién eres y actuar, a pesar de los temores, de las debilidades o de las limitaciones que el yo (pequeñito) se quiera creer que tiene. A pesar de todo eso hay que interactuar o interaccionar, y nos sorprenderemos de lo que somos capaces de hacer y de lo que se encuentra al otro lado del miedo.
Con esta película, te das cuenta que los obstáculos de la vida, sirven para profundizar cada vez más en el verdadero Yo. Que ahí dentro es donde está nuestro mayor potencial, y donde vamos a encontrar esa Fuerza Interior para realizar nuestro Plan de Vida. Con esta película, te das cuenta de que lo importante no son los obstáculos de la vida. Lo realmente importante es dónde eliges poner tu corazón y tu entusiasmo.
POEMA
“NUESTRO TEMOR MÁS PROFUNDO”
Otra curiosidad de esta película, es que aparece parte de uno de los poemas más inspiradores de todos los tiempos, el de la poetisa estadounidense Marianne Williamson, nativa de Texas, Estados Unidos, y activista a favor de la paz en el planeta.
Nuestro miedo más profundo no es no ser capaces.
Nuestro miedo más profundo es que somos enormemente poderosos.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, atractivo,
talentoso y fabuloso?
De hecho, ¿quién no eres para no serlo?
Eres un hijo de Dios.
El disminuirse no le sirve al mundo.
No hay nada de sabiduría en encogerse, para que otros
no se sientan inseguros cerca de uno.
Estamos predestinados a brillar, como los niños lo hacen.
Nacimos para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros.
No está solo en algunos de nosotros, está en cada uno.
Y cuando dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente
permitimos a otros que hagan lo mismo.
Al liberarnos de nuestros propios miedos, nuestra presencia
automáticamente libera a otros.
Marianne Willkiamson
(Comentario realizado por Juan Carlos Hernández,
Carmen Luz Martín y Mabel León)